Hace un año que está en la fábrica y viene de la industria automotriz (Gestamp). Asegura que después de un lustro “tratando de respirar”, la empresa encara procesos de renovación pensando en la conmemoración de su centenario.
Estamos trabajando con cambios en varias aristas del negocio: comercial, tecnológico, organizacional e industrial”, explica en la nota.
Cuando se le pide detalles, dice en términos generales: “Los 100 años de Mainero son una estrella que nos tiene que inspirar. Se trata de nuevos productos, novedades en la manera de comercializar y eventuales asociaciones, vendiendo o comprando tecnología. Reorganizando las estructuras con la visión de procesos estables y hacer más eficientes los procesos”.
Después de destacar que el último año fiscal de la empresa el incremento en las horas trabajadas rozó el 80% (con meses donde hubo que tercerizar hasta 30.000 horas), señala que para el próximo año el desafío importante está referido a los costos. “Por eso estamos revisando los procesos productivos y estamos pensando algunos cambios desde el punto de vista de manufacturas”, señala.
Con una capacidad instalada actual de entre el 70 y el 75%, la firma ya planea ampliaciones pensando en un alza del mercado local como el internacional. Las exportaciones representan hoy el 15% de la facturación pero Montes quiere elevarlas al 33%.
Para tener una magnitud de las diferencias de producción cabe señalar que el año pasado la empresa produjo 400 unidades de su cabezal MDD 100 para abastecer su demanda interna y de exportación. No había esta demanda desde 2011.
Los vaivenes, el “otro costo argentino”
“Esta situación de variabilidad permanente en Argentina es uno de los costos más altos que tiene el país, aparte de la inflación. El país no ha sido hábil en el manejo de disponibilidad de capital para que las empresas se recuperen”, dice Montes.
Explica que el Gobierno no ha tenido habilidad para apoyar algunas empresas. Y da el ejemplo de Mainero. “Nosotros vendemos con un IVA del 10,5% pero compramos con el 21%, lo cual es un costo. El que nos compra a nosotros saca un crédito de un bien que puede prendar pero nosotros para fabricar eso tenemos que comprar capital de trabajo y no tenemos una fuente de financiamiento del mismo nivel, generando una oscilación que hace que nosotros tengamos que salir a buscar capital de trabajo después de 5 años con recesión sectorial y por el otro lado una demanda que dice: “salgo y gasto”. Ese es el costo de esos vaivenes”, explica.
No obstante, desde la firma señalan que tienen Plan de Inversión por 110 millones de pesos para la compra de máquinas, ampliación de naves y traslado del área de distribución, de los cuales los primeros 30 millones ya fueron activados. La planta de 37000 m2 le ha quedado chica.